Covid-19: Cómo la economía del comportamiento puede mejorar el rastreo de contactos 

Covid-19: Cómo la economía del comportamiento puede mejorar el rastreo de contactos 

El rastreo de contactos es una herramienta crucial en la lucha contra el Covid-19. Sin embargo, el porcentaje de descargas de aplicaciones móviles de rastreo ha sido sorprendentemente bajo en toda Europa.

¿A qué se debe este hecho? ¿Y cuál es la solución? En ambos casos, la economía del comportamiento nos muestra la respuesta.

Cuando el  Covid-19 apareció por primera vez, muchos países respondieron imponiendo cierres temporales de la actividad económica. A medida que estas restricciones disminuían, los expertos médicos y la OMS instaron a los gobiernos a establecer mecanismos para controlar los contactos sociales y romper la cadena de contagio. Como resultado, muchos países desarrollaron aplicaciones móviles para rastrear los contactos entre personas.

Aunque el proceso de vacunación está en marcha, alcanzar la inmunidad de grupo llevará tiempo. Incluso la OMS ha advertido que no se conseguirá a corto plazo. La vacunación tendrá que coexistir con las medidas de contención actuales, durante al menos "el resto de este año". Por lo tanto, el rastreo de contactos sigue siendo uno de los instrumentos claves para contener el virus.

A día de hoy son pocas las descargas de aplicaciones de rastreo

Para que las aplicaciones de rastreo sean eficaces, cada usuario debe realizar con éxito cuatro pasos: descargar la app, llevarla,  reaccionar a señales e informar de casos.

Figura 1: Los pasos a seguir para un correcto uso de las aplicaciones de rastreo

Fuente: Frontier Economics

Sin embargo, los datos de Europa sugieren que un gran número de personas no están cumpliendo con el primer paso: descargarse la aplicación. En noviembre de 2020, la penetración de las aplicaciones de rastreo estaba muy por debajo del 50% en la mayor parte de Europa, e incluso por debajo del 15% en lugares como España y Francia, donde el virus ha golpeado con fuerza. Estas cifras se sitúan lejos del umbral mínimo del 60% necesario para que las aplicaciones de rastreo tengan éxito.

Figura 2: Porcentaje de personas que han descargado aplicaciones de rastreo, por país

 

 

Fuente: Frontier Economics

Entonces, ¿por qué la adopción es tan baja en tantos países?

Las externalidades de red, las cuestiones técnicas y las barreras económicas son parte del problema

La creación de un sistema de rastreo plantea algunos retos.

Por ejemplo, hay que superar el efecto red: la ventaja que un usuario obtiene de la aplicación aumenta con el número de personas que la utilizan. Tener una aplicación de rastreo no sirve a menos que las personas con las que te relacionas también la tengan. Por lo tanto, es fundamental conseguir una masa crítica de usuarios para evitar el efecto de: "si nadie la usa, ¿qué sentido tiene descargarla?”

También hay barreras técnicas que dificultan la descarga de estas aplicaciones. Estas están relacionadas con el diseño y las características de cada una de ellas. Algunos ejemplos de posibles barreras son el consumo de batería de la aplicación, su forma de almacenar datos (centralizada o descentralizada), su transparencia (por ejemplo, si el código para su desarrollo está disponible) y su privacidad (por ejemplo, si los datos se recogen de forma anónima).

Estas barreras están interrelacionadas. Por ejemplo, en un sistema de almacenamiento de datos centralizado, el gobierno recoge todos los datos en servidores centrales. Este hecho puede disuadir a las personas preocupadas por la privacidad de utilizar la aplicación. Por ello, muchas aplicaciones de rastreo utilizan sistemas descentralizados, que almacenan los datos directamente en los teléfonos de los usuarios.

Asimismo, también encontramos barreras económicas. No todo el mundo dispone de un teléfono con acceso a internet. Aunque la penetración de los datos móviles es en general muy alta en Europa, en algunos países como Hungría, Portugal y Bélgica estaba por debajo del 80% en 2020. Además, a los que tienen un smartphone les puede preocupar que la aplicación aumente su consumo de datos, suponiendo un coste individual añadido.

Se han introducido varias medidas para superar estos obstáculos. Entre ellas, el "zero-rating" por las aplicaciones de rastreo, esto es la práctica de no cobrar a los clientes por los datos utilizados en dichas aplicaciones, y el aumento temporal del tamaño de los paquetes de datos. Los principales operadores de telefonía móvil de Reino Unido, por ejemplo, apoyan a los usuarios de la aplicación Covid-19 del NHS aplicando el “zero-rating” a toda la actividad relacionada con la aplicación. Este es también el caso de la aplicación Radar COVID en España.

Los mayores obstáculos para la adopción son de tipo conductual

Como comentamos, los retos técnicos y económicos afectan a la adopción, pero no representan el mayor obstáculo. La solución para mejorar la penetración de las aplicaciones de rastreo móvil se halla entonces en cambiar el comportamiento de los potenciales usuarios.

En Frontier somos expertos en la aplicación de la economía del comportamiento y, en el caso de las aplicaciones de rastreo de contactos, hemos identificado dos barreras de comportamiento clave:

Cálculo erróneo de los costes y beneficios

Probablemente sea la primera vez en la vida que tengamos que decidir si descargar una aplicación de rastreo. Puesto que no podemos recopilar información de experiencias pasadas, debemos decidir basándonos en los costes y los beneficios percibidos.

Estudios sugieren que percibimos los riesgos de descarga como mayores de lo que realmente son. Por ejemplo, en un estudio realizado en Reino Unido en mayo de 2020, la privacidad y la seguridad de los datos han sido las preocupaciones más comunes respecto a la descarga de la aplicación del NHS. Sin embargo, muchas de estas preocupaciones eran fruto de ideas erróneas. En el mismo estudio, parte de los encuestados creían erróneamente que la aplicación permitía saber la identidad de los contactos que habían dado positivo o tenían síntomas.

Los usuarios de estas aplicación tardan en ver los beneficios de su descarga, ya que sólo se producen una vez que la aplicación se ha utilizado lo suficiente. Lo contrario sucede con los costes percibidos (consumo de datos, pérdida de privacidad, etc.), pues probablemente se perciban desde el principio. Asimismo, está ampliamente documentado que los humanos tendemos a priorizar la gratificación inmediata sobre el bienestar a largo plazo, lo que se denomina descuento hiperbólico. Es probable que esta pauta de comportamiento incline la balanza hacia decidir no descargar la aplicación.

Asimismo, la sobrestimación de los riesgos puede verse acentuada por la desinformación acerca estas aplicaciones, especialmente en un mundo en el que las noticias falsas o “fake news” viajan seis veces más rápido que la verdad.

​​​​​​​Desconocimiento y sobrecarga informativa

Aun creando la aplicación perfecta, su función sería irrelevante si pocas personas la conocieran. Dado el objetivo de penetración del 60%, es vital que el mayor número posible de personas sea consciente de la existencia de las aplicaciones de rastreo y conozca su importancia.

En el estudio de mayo de 2020 en Reino Unido, por ejemplo, varios participantes no habían oído hablar de estas aplicaciones. Asimismo, este estudio señala la “sobrecarga informativa” como otro peligro: las personas están "hartas de oír más sobre el coronavirus". Esta sobrecarga puede favorecer la difusión de “fake news”, que a su vez retroalimentan la barrera antes mencionada sobre el "error de cálculo". En este contexto, la comunicación es, por tanto, clave. Por ello es imprescindible pensar detenidamente en cómo comunicar y qué canales utilizar para informar a la ciudadanía.

La economía del comportamiento nos da la respuesta

Por muchos esfuerzos que hagamos en desarrollar la tecnología o en eliminar las barreras económicas, es poco probable que las descargas de las aplicaciones de rastreo alcancen el número necesario mientras no se aborden las barreras de conducta. ¿Qué podemos hacer al respecto?

La economía del comportamiento ofrece una serie de posibles soluciones.

  • Las opciones por defecto (“default options”) podrían solucionar los problemas de falta de información. El banco italiano UBI Banca decidió instalar automáticamente estas aplicaciones en los teléfonos de empresa de sus empleados y la IE Business School de Madrid pide descargar la app “Radar COVID” para acceder a cualquier edificio del campus.
  • También se pueden utilizar esquemas de sugerencia o empujón (“nudges”) para que más personas conozcan las aplicaciones de rastreo. Estos incentivos pueden plantearse en forma de comunicaciones, como el envío de un SMS con un enlace de descarga a las personas que se encuentran en zonas de mayor contagio. También pueden consistir en la ludificación de las aplicaciones, es decir, la aplicación de elementos de diseño de juegos a las aplicaciones, para aumentar la aceptación entre las generaciones más jóvenes.
  • Los sistemas de recompensa y las loterías pueden ayudar a minimizar el efecto “errores de cálculo”. Ofrecer una recompensa por utilizar la aplicación puede contrarrestar el error de cálculo del riesgo al aumentar el beneficio percibido. Por ejemplo, la aplicación de localización de Baréin, BeAware, permite a sus usuarios participar automáticamente en sorteos diarios organizados por un programa de televisión.

Marco de cinco pasos de frontier

Los anteriores son sólo algunos ejemplos de iniciativas de bajo coste que podrían adoptarse. Para diseñar una estrategia de comportamiento más completa y garantizar que las políticas funcionen puede aplicarse una estructura como nuestro marco de economía del comportamiento en cinco pasos:

Figura 3: El marco de la economía del comportamiento en cinco pasos

Fuente: Frontier Economics

Una cuestión vital para el presente (y el futuro)

El Covid-19 es la primera pandemia que tiene lugar en la era de los smartphones. Las aplicaciones de rastreo son un recurso al que nunca antes habíamos tenido acceso y pueden convertirse en la solución actual más eficaz para romper la cadena de contagios.

El desarrollo de estas aplicaciones no sólo podría ser la clave para detener la propagación de la pandemia actual, sino que también podría convertirse en un precedente para el futuro. Es de vital importancia que utilicemos los conocimientos que nos ofrece la economía del comportamiento para acertar en el intento.